Barrancas de rico suelo fertilizado por las fantásticas exhalaciones volcánicas, cobijan con minerales la semilla de nuestro café.
Los cafetales crecen bajo el resguardo del inquieto coloso que engalana los místicos paisajes.
Pancho Arenas surge bajo la inspiración de Francisco Arenas, nombre con el que fue bautizado el volcán de fuego en el año 1913, por el entonces obispo de Colima, haciendo referencia a San Francisco y Arenas a su cuerpo terrenal.
Los Hechos se suscitaron debido a una gran explosión la cual estremeció a los habitantes del lugar.
Posterior al bautizo sorprendió con su calma eruptiva.